¡Avanti!

Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.


Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.


Obcecación asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...


¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!


¡Piu Avanti!


No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.


Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al menor ruido.


Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...


Que muerda y vocifere vengadora,
aún rodando en el polvo, tu cabeza!


¡Molto piu Avanti!


Los que vierten sus lágrimas amantes
sobre las penas que no son sus penas;
los que olvidan el son de sus cadenas
para limar las de los otros antes;


¡¡Y al echarte en la caja de los muertos,
menosprecia los llantos de los vivos!


¡Molto piu Avanti ancora!


El mundo miserable es un estrado
donde todo es estólido y fingido,
donde cada anfitrión guarda escondido
su verdadero ser, tras el tocado.


Mira como la nieve se deslíe
sin que apostrofe al sol su labio yerto,
cómo ansia las nubes el desierto
sin que a ninguno su ansiedad confíe...


¡Trema como el infierno, pero rie!
¡Vive la vida plena, pero muerto!


¡Moltíssimo piu Avanti ancora!


Si en vez de las estúpidas panteras
y los férreos estúpidos leones,
encerrasen dos flacos mocetones
en esa frágil cárcel de las fieras.


No habrían de yacer noches enteras
en el blando pajar de sus colchones,
sin esperanzas ya, sin reacciones
lo mismo que dos plácidos horteras;


Cual Napoleones pensativos, graves,
no como el tigre sanguinario y maula,
escrutarían palmo a palmo su aula,
buscando las rendijas, no las llaves...


¡Seas el que tú seas, ya lo sabes:
a escrutar las rendijas de tu jaula!

VI Vera Violeta (Realidad)

En pos de su nivel se lanza el río por el gran desnivel de los breñales; el aire es vendaval, y hay vendavales por la ley del no fin, del no vacio la mas hermosa espiga del estío
no sueña com el pan de los trigales; el mas noble panal de los panales no declaro jamas: Yo no soy mío

Y el sol, el padre sol, el raudo foco que lo fomenta todo en natura por fecundar los polos no se apura ni se desvía un ápice tampoco

¡Todo lo alcanzaras solemne loco... siempre que lo permita tu estatura!
VII La yapa (Uso indicado)
Como una sola estrella no es el cielo ni una gota que salta,
el océano,
ni una falange rigida, la mano ni una brizna de paja,
el santo suelo:
tu gimnasia de cárcel, no es vuelo,
el sublime tramonto soberano, ni nunca podrá ser
anhelo humano
tu miserable personal anhelo
¿Que saben de lo eterno las esferas; de las borrascas
de la mar, la gota;
de puñetazos, la falange rota; de harina y pan, la paja de las eras?...

¡Deténte, por piedad, pluma, no quieras
q
ue abandone sus armas el idiota!
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