Nosotros solos


Gustavo Morales

Traemos nuestro mensaje. Sin ocultarnos ni alharacas. Somos quienes somos. ¿Quiénes son nuestros acusadores? Los del gulag, los que arrasaron Europa y Asia con sus experimentos criminales, los que promocionan el paro para destruir los derechos sociales, los beneficiarios de la crisis, los terroristas del tiro en la nuca y los negociadores, los plutócratas, los ladrones de plusvalías… ¿Nos vamos a avergonzar ante ellos? 

ESPAÑA EN MARCHA
Gabriel Celaya

Nosotros somos quien somos.
¡Basta de Historia y de cuentos!
¡Allá los muertos!  Que entierren como Dios manda a sus muertos.

Ni vivimos del pasado,
ni damos cuerda al recuerdo.
Somos, turbia y fresca, un agua que atropella sus comienzos.

Somos el ser que se crece.
Somos un río derecho.
Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.

Somos bárbaros, sencillos.
Somos a muerte lo ibero
que aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero.

De cuanto fue nos nutrimos,
transformándonos crecemos
y así somos quienes somos golpe a golpe y muerto a muerto.

¡A la calle! que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.

No reniego de mi origen
pero digo que seremos
mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.

Españoles con futuro
y españoles que, por serlo,
aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.

Recuerdo nuestros errores
con mala saña y buen viento.
Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.

Vuelvo a decirte quién eres.
Vuelvo a pensarte, suspenso.
Vuelvo a luchar como importa y a empezar por lo que empiezo.

No quiero justificarte
como haría un leguleyo,
Quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso.

España mía, combate
que atormentas mis adentros,
para salvarme y salvarte, con amor te deletreo.


Leer más...

Notas de David Jato

Subrayado de libros de Jato


O nosotros somos una manera nueva de entender la vida o no somos nada.
     Por ello, no podemos quedarnos en la primera parada cómoda del camino. ¡Al demonio las venteras sonrosadas y fáciles! Que aún nos quedan muchos kilómetros de polvo y sudor.
     Tenemos que volver a los tiempos crudos, en los que el sol y la lluvia se llevaban el color de nuestra camisa. En los que el sueño era bendición de nuestro esfuerzo y la mañana nos obligaba a rezar a San Pablo.
     Otra vez a la calle, a tapar con nuestro cuerpo la mano rota de la inconsciencia de los españoles.
     Porque estamos quietos, sí. ¿No sientes cómo el enemigo intenta cercarte? ¿Que tu mundo está lejos? ¿Que tus ideas no corresponden a tu trabajo?
    Estamos descontentos. Desesperadamente descontentos. Nuestros gritos se ahogan entre cuatro montes. Nosotros, que nacimos para cabalgar sobre el mundo; para que no hubiese meridiano sin hora española; para estar allí donde se nos ofendiese y pelear donde faltase una cruz, tenemos que mordernos los puños y ponernos freno y aprender a esperar y transigir y, mil veces peor, gritarnos unos a otros ¡Somos sensatos! Pues bien, ¡sí! Pero por una vez y sin que nos lo cuenten como precedente.
     Y, entonces, al museo eso de honra sin barcos y el honor por encima de todo y derrotas gloriosas. No queremos más gloria que la ganada, haciendo doblar la rodilla al enemigo, ni más honor que el de los arcos triunfales. A la cloaca todas las historias de aquí y de allá, en las que la caballerosidad española era el premio de nuestra bobería; preferimos biografías de líderes fríos, calculadores, que saben esperar, con calma de años, el momento de ordenar el asalto, a esas limosnas con que socorren nuestra indigencia los eruditos de otros países, sobre capitanes que saben perder, que juegan siempre limpio, que sólo tienen un triunfo en la mano. Ya es hora de que sólo sepamos ganar y tengamos todos los triunfos en la mano. Pues si clavamos las banderas en la cima ya se encargarán, miserables de todas las tierras, de cantarnos en todas las métricas y con todos los superlativos.

Leer más...

La cigarra y la hormiga, versión española


La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno. Como no le dan trabajo, recurre al autoempleo sin ayuda alguna de las instituciones.
   La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riendo, bailando y jugando con cargo a los presupuestos de cultura y fiesta de la autonomía y del gobierno.
   Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene lo que le hace falta hasta la primavera.
   La cigarra organiza una rueda de prensa en la que se pregunta por qué la hormiga tiene derecho a vivienda y comida, cuando hay otros, tan iguales como ella, que tienen frío y hambre. Los sindicatos la apoyan. La cadena Sexta organiza un programa en vivo en el que la cigarra finge frío y calamidades y a la vez muestran extractos de la hormiga calentita en su casa y con comida en la mesa.
   La asociación de diputados españoles "La bienpagá" se sorprenden de que en un país tan moderno como el suyo dejen sufrir a la pobre cigarra mientras que hay otros viven en la abundancia.
   Las asociaciones de actores se manifiestan delante de la casa de la hormiga.
Iñaki Gabilondo organiza una serie de artículos en los que cuestiona como la hormiga se ha enriquecido a espaldas de la cigarra e insta al gobierno a que aumente los impuestos de la hormiga, que gana menos que él.
Respondiendo a las encuestas de opinión, el gobierno elabora una ley sobre la igualdad económica, una ley sobre el matrimonio mixto entre cigarras y geranios y una ley con carácter retroactivo de antidiscriminación.
   Los impuestos de la hormiga han aumentado y además le llega una multa porque no contrató a la cigarra como ayudante en verano. Las autoridades embargan la casa de la hormiga, ya que ésta no tiene suficiente dinero para pagar la multa y los impuestos. La hormiga se va de España y se instala con éxito en Ulam Bator.
   Cuatro hace un reportaje donde sale la cigarra con sobrepeso, ya que se ha comido casi todo lo que había mucho antes de que llegue la primavera.
   La antigua casa de la hormiga se convierte en centro de animación cultural para cigarras y se deteriora al no hacer sus inquilinos nada para mantenerla en buen estado. Al gobierno se le reprocha no poner los medios necesarios.
   Una comisión de investigación que costará 10 millones de euros se pone en marcha, organizan comidas y viajes a Nueva Zelanda para ver modelos de casas. 
   Entretanto la cigarra muere de una sobredosis. La Ser, Cuatro y TVE critican el fracaso del gobierno anterior para intentar corregir el problema de las desigualdades sociales.
   La casa es okupada por una banda de arañas. El gobierno se felicita por la diversidad cultural de España.  

Anónimo
Leer más...

Historia de un médico cartaginés



En el vientre de una mujer embarazada se encuentran dos bebés. Uno pregunta al otro:

- ¿Tú crees en la vida después del parto?
- Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.
- ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?
- No lo sé pero seguramente... habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.
- ¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.
- Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea sólo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.
- Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.
- Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
- ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella?
- ¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.
- ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.
- Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir cómo acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?... Yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella...


Leer más...

EL DESAFÍO DEL TERRORISMO, ¿acierta Occidente con las respuestas?


Gustavo Morales

Bosquejamos a vuela pluma una serie de planteamientos y análisis para su posterior desarrollo. Son apuntes para el debate.

Las comunidades islámicas se instalan en países europeos que les brindan los derechos políticos, económicos y sociales de los que carecen en sus países de origen. Ahí comienza una acción que les llevará de un estado de cosas ajeno a otro donde reivindicarán la total hegemonía, sin espacio para otras religiones. Cuando los musulmanes poseen una parte importante de la población o reivindicaciones históricas, como es el caso de Al Andalus, pasan de considerar el territorio donde están de dar el ahd, tierra de kafar, infieles, donde no pueden reclamar la aplicación de la Shariá o ley islámica, a dar al hard, territorio por conquistar donde los mahometanos pueden llevar a cabo la yihad, la guerra santa, hasta conseguir dar el Islam, territorio del Califato donde sí se aplica únicamente la jurisprudencia coránica. Las comunidades pasan de llevar una vida cerrada, de espaldas a la sociedad, a intervenir en la vida pública. Esto ya ha ocurrido en Francia y comienza a ocurrir en España con la aparición de un partido musulmán auspiciado por Rabat.

Pero ni siquiera dar el ahd es un seguro para los occidentales. Los centros de edición y distribución de la prensa radical, ya sea de los islamistas armados argelinos como  los paquistaníes, se centran en Londres, París y Berlín donde aprovechan las libertades de expresión y publicación que niegan donde ellos reinan. Es necesario recordar, como dice Gustavo Bueno, que la Filosofía y el Derecho sólo se desarrollaron en territorio cristiano, en las zonas sometidas al Islam sólo existe la teología de la media luna. En Occidente no se queman mezquitas, en Asia y África sí se queman Iglesias.

Las autoridades europeas cometen un error básico: prefieren tratar con los ulemas o líderes de estas comunidades a tratar con los musulmanes como individuos, un ciudadano más. Refuerzan así el liderazgo musulmán y dan carta de naturaleza a las comunidades de esa religión totalitaria, permitiéndoles menoscabar los derechos de sus mujeres y aplicar en sus áreas la normativa coránica. Esto se evidenció en las protestas de padres mahometanos contra la presencia de crucifijos en colegios. De hecho, el edicto de Jomeini contra Salman Rushdie, los furibundos ataques contra las naciones cuya prensa caricaturizó a Mahoma o las violentas protestas contra el Papa cuando disertó en la Universidad alemana son muestras de que no renuncian a intervenir directamente en áreas ajenas a su fe. Y no temen usar la violencia ni es su último recurso.

Los defensores de la guerra santa contra el Cristianismo, los yihadistas, carecen de un Estado, están repartidos por medio centenar de naciones y diluidos entre casi mil millones de musulmanes. La poderosa maquinaria de guerra occidental no puede dañarles porque carecen de una cabeza a la que golpear.

Donde sí se ha producido una intervención militar, en las naciones iraquí y afgana, la rápida victoria de los ejércitos occidentales se ensombreció con la ocupación. Los combatientes que iniciaron su singladura en 1980 combatiendo el ateismo soviético en Afganistán, agrediendo a India en Cachemira o bañando Argelia en sangre, se han concentrado de nuevo en esos dos países y se han extendido al África subsahariana con las armas y al Magreb con las urnas.

Occidente, abanderado de los derechos humanos y la democracia, muestra contradicciones que son aireadas por los yihadistas como el apoyo a regímenes autocráticos como los de la Península Arábiga, o su apoyo a Israel.

Se han cometido errores como la destrucción del Estado en Iraq, un país donde el integrismo islámico estaba contenido por la feroz dictadura baasista, y Afganistán, donde resurge el Talibán desde sus bases en Pakistán. En el país mesopotámico existen focos de resistencia como los minoritarios nacionalistas árabes, y los yihadistas que entran por la frontera Siria. La acción constante, aunque no resolutiva, de guerrilleros y terroristas debilitan el apoyo de la opinión pública norteamericana, y la opinión pública es esencial en una democracia. El rey de Arabia Saudí o los autócratas sudaneses no tienen ese problema. Es imposible eternizar la presencia de ejércitos occidentales en Iraq y Afganistán. Y son esas tropas anglosajonas en su mayoría, más las empresas de soldados corporativos, las que sustentan ambos raquíticos Estados cuya autoridad no alcanza su propio territorio. El aparato del terrorismo yihadista lo sabe; ataca a las naciones ajenas al Islam y fuerza su política, como ha sido el caso de los cristianos coreanos en Afganistán. Antes o después, irán a la guerra civil para conquistar el poder, en el momento que los marines de EE.UU. se marchen. La mayor parte de las víctimas de esos atentados son árabes y afganos.

EL BLOQUEO
En el caso de un Estado islámico radical, como Irán, la respuesta a su programa nuclear es el bloqueo de los foros occidentales. Esto ha permitido a Teherán profundizar una relación iniciada por Jomeini, con el envío de su hijo Ahmed en los años 80 a Cuba y Nicaragua estrechando lazos y firmando acuerdos. Irán sigue creando alianzas basadas en su común enemistad con Estados Unidos. El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ratificó la alianza con Evo Morales, de Bolivia, tras asistir a la 62 Asamblea General de la ONU y antes de partir para reunirse con el venezolano Hugo Chávez. En esa asamblea de Naciones Unidas el presidente Kirchner solicitó la entrega de los iraníes reclamados por la justicia argentina por el atentado de la AMIA en Buenos Aires, el más importante que se haya cometido contra la comunidad judía desde la Segunda Guerra Mundial.

Medidas contra la insurgencia mahometana
 Medidas de inteligencia: El fuerte incremento de la inteligencia de tecnología no cubre el déficit de agentes de campo extendidos por el mundo islamista. La especificad del sujeto a estudiar, el islamista, por la asunción de una serie de roles y ritos desde la infancia, dificulta la penetración de agentes de campo foráneos. Los movimientos deobandi, la secta chiíta o ismaelí, los wahabies o salafistas, realizan un proceso de aculturación imposible de imitar durante largos periodos de tiempo. La penetración de agentes occidentales es difícil, sólo se ha conseguido en grupos palestinos comprando a algunos de sus miembros pero no introduciendo a un extranjero.

Esta respuesta policial produce un debilitamiento del Estado del bienestar por dos razones: Un incremento no calculado de sus beneficiarios. Debilitamiento de los derechos civiles de los ciudadanos occidentales por la razón de Estado: la lucha contra el terrorismo.

La acción terrorista sólo distingue entre los suyos y los demás. Los atentados yihadistas buscan matar al mayor número de personas, ya sean infieles: Nueva York, Londres, Madrid, París, El Cairo, Yemen; como malos musulmanes: Iraq, Afganistán, Indonesia. El mayor número de víctimas de los yihadistas siguen siendo musulmanes.

Al Qaeda no es una organización internacional terrorista sino un centro de apoyo económico, organizativo y de entrenamiento para cientos de grupos musulmanes indígenas instalados en sus propias naciones o en la emigración.

En cuanto al mensaje, los medios se han preocupado de distinguir el Islam de los islamistas, más que por justicia para no provocar una mayor extensión con persecuciones indiscriminadas. En España han tenido tanto éxito que no hubo ni un incidente con la comunidad marroquí por el 11 de Marzo. Lo cual no fue interpretado al otro lado del Mediterráneo como tolerancia sino como debilidad. Quizás asignaturas como la Educación para la Ciudadanía, que sobran en el caso de los nacionales, deben ser obligatorias en los colegios donde hay una fuerte presencia de inmigrantes de culturas autoritarias, violentas y antidemocráticas.

Hay también medidas económicas: Fomentar el desarrollo de las naciones musulmanas pobres, como Marruecos, Egipto o Afganistán. A esto ayuda, a los ojos de la iniciativa privada, la inexistencia de poder sindical y la mano de obra barata, además de los incentivos fiscales y el acercamiento a las materias primas y a nuevos mercados. El crecimiento de la acción directa islamista ha detenido la llegada de muchas empresas occidentales.

Conclusión
La extensión del Islam ha estado históricamente ligada a la guerra. Mahoma fue un guerrero que expandió su religión con las armas. En la mayor parte de los Estados musulmanes están prohibidas otras religiones. La conversión de un musulmán a otra religión está penada con la muerte. Algunos pretenden fomentar un Islam moderado frente al Islam radical, cuando áquel nunca ha combatido a éste. El yihadismo encuentra un terreno abonado en una Europa con una diáspora de millones de musulmanes, cuyos jóvenes se sienten marginados y buscan reconstruir su identidad. A los actos terroristas no les han seguido movilizaciones masivas yihadistas pero los extensos incidentes en Francia preconizan un cambio cuyo eje son las mezquitas donde se predica el salafismo y otras formas extremas de Islam. Las aspiraciones frustradas de los más pobres en el continente más rico pasarán del terrorismo radical a movilizaciones sociales donde el componente religioso de los agitadores supone un factor de confusión para los países receptores, desarmados ante este fenómeno gracias al laicismo que heredamos de la Revolución francesa. Frente a un estado relativista y de duda, que no cree en sí misma, se alzan las masas islámicas desheredadas que creen a pies juntillas cumplir la voluntad de Alá. En la Guerra Fría la mutua destrucción asegurada garantizó que no se usarían armas nucleares. En cambio, los musulmanes yihadistas no temen a la muerte, la buscan.
Leer más...