GUSTAVO VILLAPALOS, el Pimpinela Escarlata español

Gustavo Villapalos Morales nació en 1915. Se afilió a Falange Española a los 19 años. Ingresó en el IV Tercio de la Guardia Nacional Republicana, antes Guardia Civil. Iniciada la guerra española, con la graduación de cabo, participó en la defensa del cuartel de la Montaña, donde fue capturado y encarcelado en la cárcel Modelo. Al ser amigo de José Antonio Primo de Rivera y miembro de la Primera Línea fue condenado a muerte. Cuando le iban a fusilar se tiró del camión y escapó. 

Llegó a zona nacional en noviembre de 1936 por el sector del Manzanares. Obtuvo el mando de una bandera de Falange, con la que tomó el cerro de la Estrella, en la zona de conjunción de los frentes de Extremadura y Toledo, por lo que fue propuesto para la Laureada. Al serle negada, pidió el ingreso en aviación. Fue admitido en los cursos de alféreces provisionales pilotos, en septiembre de 1938, y durante algún tiempo combatió en la unidad de García Morato. 

Cuando el coronel Ungría reorganizó en Burgos los servicios secretos de la zona nacional, reclutó a Villapalos, era un hombre de gran intuición, estoico ante el peligro y de valor temerario. Villapalos marchó a organizar la Quinta Columna en el interior de Madrid a fines de 1937, donde se puso a las órdenes del teniente coronel Centaño y colaboró con el teniente Gutiérrez Mellado. Entre otras cosas, enseñaba a quitar las espoletas a las bombas a los miembros de la Quinta Columna. Villapalos encontró varios pasos seguros de una a otra zona, aunque el principal fue por el sector del Tajo. Cruzó las líneas enemigas unas treinta veces. Entre las personas a quienes ayudó a evadirse figuran el futuro ministro Fernando Castiella y los aviadores González-Gallarza y Díez de Lecea. Es uno de los «Pimpinela Escarlata» del bando nacional. 

Una de sus misiones más heroicas, en octubre de 1938, fue la entrega de informes esenciales del Ejército Popular, destinados al coronel Ungría. Tres hombres cruzaban las líneas de fuego en el frente de Extremadura. Sólo uno llegó. Villapalos logró arrastrarse hasta las líneas nacionales con cinco balazos en el cuerpo. Esta nueva acción, como antes su heroica toma del cerro de la Estrella, le valió una nueva propuesta para la Laureada. Tampoco se la dieron, aduciendo «determinadas actuaciones de tipo personal en su vida particular de hombre soltero y más bien divertido», según el eufemismo oficial que afeaba sus  aventuras galantes. Al saberlo dijo Franco: «Habría que darle la Laureada como militar y fusilarle como civil». Al final le concedieron la Medalla Militar Individual. Villapalos era teniente de aviación al terminar la Guerra. En 1940, la Aviación Militar le investigó por su conducta personal. Fue absuelto en la causa 3.327 tras 86 páginas de investigación.

Revalidó luego su valor legendario en la División Azul, donde fue herido dos veces, obtuvo la Cruz de Hierro de segunda y primera clase y la medalla de combate cuerpo a cuerpo, entre otras.

Su aventura siguiente transcurrió en la Guinea española.

Ya en 1946, enamorado, se casó con su novia gravemente enferma de tuberculosis. La llevó al sanatorio de Tablada, en la sierra de Madrid. Villapalos abandonó sus aventuras y dedicó toda su atención al cuidado de su esposa. Al cabo de dos años, pese a la penuria de entonces, su mujer sanó. Tuvieron tres hijos, Esther, Paloma y Gustavo. El héroe sólo aguantó un año como delegado provincial del Ministerio de la Vivienda: aborrecía la burocracia y criticaba duramente a Franco por el comportamiento que tuvo con Falange.

En 1952 forma parte de la Comisión en la Exposición de Inventores Españoles.

Mantuvo su amistad de guerra con Manuel Gutiérrez Mellado, que fue padrino de bautizo de Paloma Villapalos, pero disentía de la actitud reformista del ya general con estas palabras: «No comprendo cómo se puede jugar a distintas barajas». Iniciada la Transición, rompió con sus antiguos amigos progresistas. Falleció a los setenta años, el 30 de marzo de 1985, sábado de Gloria, musitando el nombre de España.

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3 comentarios:

  1. Brillante, muy brillante articulo....

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  2. Soberbio!
    Puedo preguntar de donde has sacado la información?

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  3. Es curioso, yo sólo recuerdo tres balazos, cuando era pequeño me llamaba la atención que tenía dos ombligos (balazo en el estómago) y recuerdo tb cicatrices en rodilla y cuello

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