La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un
calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el
invierno. Como no le dan trabajo, recurre al autoempleo sin ayuda alguna de las instituciones.
La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el
verano riendo, bailando y jugando con cargo a los presupuestos de cultura y fiesta de la autonomía y del gobierno.
Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita
donde tiene lo que le hace falta hasta la primavera.
La cigarra organiza una rueda de prensa en la que
se pregunta por qué la hormiga tiene derecho a vivienda y comida,
cuando hay otros, tan iguales como ella, que tienen frío y hambre. Los sindicatos la apoyan. La cadena Sexta organiza un programa en vivo en el que la cigarra
finge frío y calamidades y a la vez muestran extractos de la
hormiga calentita en su casa y con comida en la mesa.
La asociación de diputados españoles "La bienpagá" se sorprenden de que en un país tan moderno
como el suyo dejen sufrir a la pobre cigarra mientras que hay otros viven en la
abundancia.
Las asociaciones de actores se manifiestan delante de la
casa de la hormiga.
Iñaki Gabilondo organiza una serie de artículos en los que
cuestiona como la hormiga se ha enriquecido a espaldas de la cigarra e insta al
gobierno a que aumente los impuestos de la hormiga, que gana menos que él.
Respondiendo a las encuestas de opinión, el gobierno elabora
una ley sobre la igualdad económica, una ley sobre el matrimonio mixto entre cigarras y geranios y una ley con carácter retroactivo de antidiscriminación.
Los impuestos de la hormiga han aumentado y además le llega
una multa porque no contrató a la cigarra como ayudante en verano. Las autoridades embargan la casa de la hormiga, ya que ésta
no tiene suficiente dinero para pagar la multa y los impuestos. La hormiga se
va de España y se instala con éxito en Ulam Bator.
Cuatro hace un reportaje donde sale la cigarra con
sobrepeso, ya que se ha comido casi todo lo que había mucho antes de que llegue
la primavera.
La antigua casa de la hormiga se convierte en centro de animación cultural para cigarras y se deteriora al no hacer sus inquilinos nada para
mantenerla en buen estado. Al gobierno se le reprocha no poner los medios necesarios.
Una comisión de investigación que costará 10 millones de
euros se pone en marcha, organizan comidas y viajes a Nueva Zelanda para ver modelos de casas.
Entretanto la cigarra muere de una sobredosis. La Ser,
Cuatro y TVE critican el fracaso del gobierno anterior para intentar corregir
el problema de las desigualdades sociales.
La casa es okupada por una banda de arañas. El gobierno se
felicita por la diversidad cultural de España.
Anónimo
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