Mondragón, sr. soldado

-Gustavo Morales-

Es difícil destacar uno entre tantos héroes como dieron los Tercios españoles. Hoy traemos aquí la figura de Cristóbal de Mondragón y Mercado (Medina del Campo, 1514 – Amberes, 4 de enero de 1596) un soldado que llegó a general y gobernador.
Nace Cristobal de Mondragón y Mercado en Medina del Campo, en la tierra de su madre, aunque la familia de su padre procedía de Mondragón en Guipúzcoa. Cristóbal se alistó al Ejército de Carlos I de España en 1532. Fue militar en Flandes, Provenza, los principados alemanes y el Túnez musulmán.
Cristóbal de Mondragón forma como soldado en las filas del Tercio Viejo en la batalla de Mühlberg. Allí se retiran los protestantes de la Liga de Esmalcalda a través de un puente de barcazas sobre el vado del río Elba. Los de Sajonia se hacen fuertes en la otra orilla, queman barcas y amontonan artillería y mosquetes. No hay puentes y sí plomo que arrasa la orilla en manos de los españoles. Mondragón se echa al agua con la espada entre los dientes y vadea el río bajo el tiroteo enemigo, sonriendo entre las voces, avanzando entre las balas. Entre disparos y maldiciones, el castellano gana la ribera enemiga, matando, de entrada, a cinco germanos. Su ejemplo arrastra a su capitán que le sigue con nueve soldados. En la noche del 24 de abril de 1547 ese puñado de españoles se hace hueco en la otra orilla y en la Historia. Limpian el terreno de enemigos y recuperan pontones que permiten el paso del ejército imperial español al mando del césar Carlos. Los herejes huyen derrotados. Sobre el campo de batalla, el emperador asciende a alférez a Cristóbal de Mondragón, diciéndole ante todos: «sois el mejor soldado del mejor tercio de la infantería española».
Mondragón, una docena de años más tarde, también en abril, es ya coronel de valones del Tercio, a las órdenes de Sancho Dávila. Como gobernador de Damvillers, en Flandes, se enfrenta a los insurrectos  liderados por el príncipe Guillermo de Orange.
En la Guerra de los Ochenta Años, otra primavera,  ya en 1570, el Duque de Alba encarga a Mondragón la defensa de Amberes, de Middelburg y de Goes, ciudades sitiadas por los protestantes. y los “mendigos del mar”, más justamente conocidos como piratas.  Guillermo de Orange tapona las dos bocas del Escalda. Mondragón y Sancho Dávila vadean el gran río en la noche del 20 de octubre de 1572 superando fuertes corrientes. Mondragón encabeza a 3.000 infantes que recorren 15 kilómetros de río con el agua por encima del pecho. Salen a tierra en la isla de Zuid-Beveland donde sorprenden y derrotan a los 7.000 holandeses que sitiaban Goes. Así tuvo noticia Felipe II del coronel Mondragón. Al año siguiente, en mayo, Mondragón recupera al asalto la isla de Tholen, llevando a la victoria a 300 españoles contra 1.200 soldados orangistas. En 1575, siendo gobernador de Gante, repite hazaña y recupera la isla de Schouwen. Al año siguiente, conquista Zierikzee, en medio del territorio protestante. Termina la década tomando Limburgo y el castillo de Dalhem, colabora con Alejandro Farnesio en la conquista de Maastricht. Entonces regresa a España para informar a Felipe II sobre Flandes.
En 1582 Mondragón ya es maestre de campo del Tercio Viejo, antes conocido como Tercio de Sicilia, aunque sus soldados le siguen llamando "el coronel". Combate en Gante contra el ejército del duque de Alençón y conquista el castillo de Linquerque. El 4 de agosto de 1584, Mondragón toma Amberes. Ha perdido 20 soldados y causa 1.600 bajas al enemigo. España vuelve a dominar todo Flandes y Valonia.
En 1592, el Coronel vuelve a luchar en Flandes. Con un ejército menguado, pues el grueso del mismo estaba combatiendo en tierras del rey de Francia, toma los castillos de Verló y Turnahaut. A la muerte de Farnesio, el nuevo gobernador de los Países Bajos, Pedro Ernesto de Mansfeld, ha de ir a Francia y nombra a Mondragón capitán general del ejército del Brabante y maestre de campo general de todo el ejército de Flandes.
 En octubre de 1595, el pequeño ejército de Mondragón combate con Mauricio de Nassau a orillas del río Lippe. El espionaje español es eficaz y la emboscada que Nassau prepara a los Tercios de su Católica Majestad le sale peor que mal. Allí muere bajo las picas españolas su primo Felipe de Nassau  y es apresado por los Tercios de Mondragón el conde Ernesto de Nassau. Esta brutal derrota obligó a Mauricio a retirarse hacia Holanda.
En diciembre de ese año, Mondragón marcha al Castillo de Amberes. Acabó octogenario, digno soldado de España hasta el fin, ordenando que lo pusieran en la ventana para que sus soldados, que lo adoraban, lo viesen morir. Allí entregó su alma a Dios el 4 de enero de 1596.
Había servido  a los Tercios de España durante 64 años, ascendiendo desde soldado a gobernador y general de los Tercios. Coronel de la infantería española en Flandes, combatió a las órdenes del duque de Alba, de Luis de Requesens, Alejandro Farnesio y Pedro Ernesto de Mansfeld. Combatió durante las guerras de Flandes, primero contra los ejércitos de Guillermo de Orange y, después, contra las tropas herejes de Mauricio de Nassau. Merced a su talento como táctico consiguió unas  victorias asombrosas al mando de la mejor infantería del mundo, la española, en Flandes y los Países Bajos cuando el imperio de los Austrias estaba en declive en esta región. Mondragón creó varias técnicas militares, como el vadeo de ríos aprovechando las mareas, y el espionaje. Detuvo y retrasó el curso de la Historia pero era humano y tuvo que sucumbir. Lope de Vega le eternizó en los versos de una de sus obras.
A pesar de haber sido Mondragón uno de los más brillantes militares, amado por sus Tercios, cuando solicitó expediente de nobleza en España los jueces del Rey se la negaron. Su rutilante estrella había despertado demasiadas envidias. A la Corte no le gustaban los héroes del pueblo en armas. Tampoco logró, como había solicitado en su testamento, la castellanía de Amberes para su hijo y una capitanía de lanzas para su nieto. Su señor natural, Felipe II, no fue justo con él. Castilla hace hombres y los gasta.

1 comentario:

  1. ya se sabe....Castilla. Hizo a España y la deshizo. Lo mismo hace con sus hombres.

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